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Y se hizo la censura.


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La sociedad norteamericana a partir de la primera enmienda ha gozado de libertad de expresión como en pocos lugares, en contraste la era porfiriana vivió una constante censura y autocensura en aras de la estabilidad política y social. Para los corresponsales de guerra acreditados en las fuerzas armadas estadounidenses, las cosas iban a cambiar en 1914.

“El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente, y para solicitar al gobierno la reparación de agravios.”

Mayo 13 de 1914, Veracruz. Charles Minnegrode Maigne corresponsal de prensa es sumariamente sentenciado por el Secretario de Guerra Garrison por su comportamiento al transgredir el perímetro establecido por el general Funston en el puerto de Veracruz, y se le repatría en el primer transporte disponible.




De la misma forma se sancionaría a cualquier otro corresponsal que cometiera el mismo acto, privándolo de todos sus privilegios y de la fianza de dos mil dólares depositada por él en el Departamento de Guerra.

La actitud tomada en contra de Charles M. Maigne fue consecuencia directa del incidente creado por los reporteros Walter Whiffen, de Associated Press; Arthur L. Sutton, fotógrafo de The Washington Post; Richard Harding Davis, representante de Newspaper Syndicate, y Medill McCormick, del The London Times y Harper’s Weekly, al dirigirse a la ciudad de México por su cuenta y riesgo, con la consecuente detención de dos de ellos por las autoridades Federales mexicanas bajo la sospecha de espionaje; mediante la intervención del representante del secretario de estado y de las legaciones extranjeras en la capital mexicana se obtuvo su liberación, posteriormente su retorno al puerto de Veracruz.

Walter C. Whiffen fue arrestado a su llegada a la ciudad de México; mientras que a Sutton se le detuvo por oficiales del general Maass en el tren rumbo a Córdoba cuando se dirigía de regreso al puerto de Veracruz, los oficiales mexicanos hacían una revisión de los pasajeros en busca de armas, periódicos y cámaras fotográficas, la cámara del señor Sutton pudo regresar a Veracruz en manos de un amigo. En la ciudad de México las pertenencias de ambos, corresponsal y fotógrafo fueron revisadas exhaustivamente, encontrándose en la mochila del señor Whiffen ejemplares del Mexican Herald de Veracruz, se les imputo hacer mapas a lo largo de la línea ferroviaria, de acuerdo a los diarios estadounidenses las fechas de los ejemplares veracruzanos sirvieron de prueba de que habían venido directamente del puerto y no tenían nada que ver en la acusación de espionaje, facilitando su pronta liberación.




Las causas de su liberación con seguridad se encontraba en el apoyo del ministro británico Sir Lionel Carden, expresándose él de la siguiente manera de los norteamericanos: “I think it was very unwise of you correspondents to come to Mexico City at such a time as this.”

El primero de marzo de 1914 sí se dio el caso de espionaje; el Admirante Fletcher junto al mayor Smedley Butler desembarcaron en el puerto de Veracruz reuniéndose con el superintendente de origen norteamericano del Ferrocarril Interoceánico, y subrepticiamente en su carro personal viajaron ida y vuelta hasta Jalapa, posteriormente Butler realizo otro viaje, primeramente hasta la ciudad de Puebla y finalmente la ciudad de México, con el pretexto de buscar a un empleado ferroviario que había abandonad su puesto, en compañía del detective en jefe de los ferrocarriles durante tres días escudriñaron los cuarteles de la ciudad de México, localizaron cada pieza de artillería y ametralladoras, anotando su posición y estado, posteriormente corrigieron los mapas ferroviarios al mínimo detalle, regresando al puerto el 7 de marzo.

Todo esto se hizo con la intención de diseñar un plan para derrocar al gobierno del General Huerta, tomando como modelo previo el levantamiento de los bóxers y ocupación de Pekín por una fuerza internacional donde Butler tomó parte activa. El plan consistía en crear las circunstancias artificiales de una revuelta popular en la ciudad de México; hacer un rápido desembarco en Veracruz sin resistencia militar mexicana; con la anuencia de las autoridades ferroviarias “norteamericanas” embarcar mil marines en el ferrocarril hasta la ciudad de México; antes de que Huerta se diera cuenta lo arrestarían las tropas de intervención internacional, se pretendía involucrar las fuerzas de las legaciones de Francia, Inglaterra y Alemania.

Con frecuencia la inteligencia norteamericana piensa que sus adversarios son tontos, pero las acciones emprendidas por el General Huerta al momento de tener certidumbre de la intervención militar, son clara muestra de haber tenido un conocimiento previo del plan secreto urgido por el Almirante Fletcher; inmediato retiro de la artillería fuera del rango de las fuerzas navales, retiro de todo el material rodante del ferrocarril, lo que se dejó se inutilizo, levantamiento de tramos de la vía férrea, preparativos para volar el puente de Metlac, detención del personal norteamericano del ferrocarril incluyendo sus familias, es obvio el plan secreto se fue a la basura…(1)




Las acostumbradas libertades de que gozaban los corresponsales norteamericanos, inclusive en conflictos como el levantamiento de los Bóxers, la guerra Hispanoamericana, las violentas insurrecciones en las Filipinas, o la toma de Ciudad Juárez, encontrarían un muro de penalidades en el gobierno de Huerta tras la ocupación de Veracruz por las tropas de su país.

Algunos corresponsales de prensa con iniciativa lograron evadir el arresto demostrando su identidad británica, y regresaron al puerto de Veracruz con la noticia de la detención de sus compañeros, es el caso de Alfred J. Rorke corresponsal de The Central News of America, y Oliver Hueffer de The London Express. Muchas veces es difícil discernir entre espionaje y el derecho a la información, pero por las declaraciones hechas por los británicos al The New York Times, es más que claro el lugar de los corresponsales ingleses, espionaje. La difícil situación de los extranjeros en la ciudad de México se pude apreciar en el siguiente comentario retrasmitido por Rorke:

“ ’If you come to the capital with a victorious army’, said one German, ‘you will find only the dead bodies of men and women.’ ‘The German’s manner, as he said this, was neither affected nor theatrical.’ ”

Este comentario se publicó en el New York Times en el mes de mayo de 1914, si duda influenciando en el ánimo norteamericano. El señor Rorke también relata cómo logró evitar la confiscación de su cámara en Córdoba, algo que no impidió el resto de los viajeros…

Frederik Palmer escritor norteamericano y corresponsal pretendió hacer el viaje a la ciudad de México en compañía de los ingleses, sin pasar de la estación de Paso del Macho, no sin perder la oportunidad de cuestionar al General Maass por la negativa para transitar libremente…

“Why Americans were not permitted to pass through the Mexican lines as freely as Mexicans were permitted to come to Vera Cruz.”

La ingenuidad del corresponsal supera la noción de libertad de expresión, su país estaba invadiendo México.

Las tácticas emprendidas por Huerta y el General Maass en relación a la ocupación del puerto de Veracruz se han calificado de cobardes, sin embargo gracias a ellas se evitó la tan temida masacre de extranjeros en la ciudad de México, y el enfrentamiento frontal con los Estados Unidos, la decisión contraria hubiera cambiado el curso de la historia de México y del mundo en forma radical.




William Nutter, corresponsal del Boston Herald, y fotógrafo que en fechas anteriores había estado en Saltillo por invitación del General Huerta, arribó al puerto de Veracruz el 10 de mayo dando los pormenores de la privaciones e indignidades a las cuales fue sujeto por las tropas federales desde su paso por Torreón, incluyendo la pérdida de todas sus posesiones.

En consecuencia el secretario Garrison mediante despacho enviado al General Funston y dado a conocer por la prensa, dejó en claro para los corresponsales acreditados: “cualquier conducta similar o cualquier desviación a cualquiera de las reglas establecidas en Field Service Regulations tendrá como resultado el automático cese del corresponsal y su repatriación.”

Mark Cronlund Anderson en su libro Pancho Villa’s Revolution by Headlines, 2001, hace la siguiente reflexión:
“On a related topic that has not been explored by Mexicanist scholars, the United States Department of War actively sought to manage the news reported from and about American military actions in Mexico. It published a bulletin containing guidelines and rules…” “As one sign of U.S. press interest in the Revolution, by mid-May 1914, the American general Frederick Funston noted the presence of twenty American correspondents in occupied Veracruz to cover the occupation story.”

Los corresponsales de Guerra norteamericanos iban a conocer la censura; Field Services Regulations, United States Armay, 1914; Corresponsales Artículo VIII sección 422:

“Condiciones de aceptación. Cada aplicante deberá presentar ante la Secretaría de Guerra credenciales del titular o titulares, del director editor, o del responsable de la publicación o publicaciones que él representa, entregando un resumen de su carera, especificando exactamente la naturaleza de su trabajo durante su presencia en el frente, comprobando su fiabilidad como miembro activo de su profesión, y su condición física para acompañar al ejercito. Su empleador o empleadores deberán aportar la fianza que garantice su buena conducta en el frente, la cual, en caso de pérdida del pase por infracción de cualquiera de las regulaciones será retenida sin escusa que el Secretario de Guerra pueda invocar. El corresponsal deberá jurar lealtad en la forma de uso militar y respetar al pie de la letra todas las regulaciones establecidas en este manual…”

En específico todos los citados anteriormente incurrieron por desconocimiento o desacato en la infracción consignada en la fracción 429 del artículo VIII:

“Disciplina. Ningún corresponsal deberá dejar el cuerpo del ejército al cual fue asignado, ni para regresar a casa, ni por ningún otro propósito, exceptuando cuando se cuenta con el permiso del Departamento de Guerra.”

Pocos meses después al iniciarse la Primera Guerra Mundial la historia se repetiría, aunque cada vez la tuerca se apretaba más.




El caso de C. M. Maigne es un poco diferente al resto, de entrada el corresponsal del Munsey era Teniente retirado de la US Army, por lo tanto sujeto a las regulaciones de la oficialidad y con la posibilidad de ser juzgado bajo una corte marcial. En primera instancia el Secretario Garrison no otorgó el permiso a Maigne para llegar a Veracruz, valiéndose del auspicio del Almirante Badger para abordar su barco insignia, el Arkansas, y partió de todas formas; cuando el buque dejaba el puerto de Norfolk las regulaciones concernientes a los corresponsales de guerra dentro del ejército no se habían promulgado, circunstancias atenuantes aunque su aventura para entrevistar al General Maass en su cuartel general en Soledad se calificó de imprudente e impropia de un oficial retirado, redundando en su arresto por las autoridades mexicanas. Su liberación por parte de los mexicanos se conmutó con un nuevo arresto ordenado por del General Funston, a lo que se sumo el cargo de publicar noticias sin el consentimiento del Secretario de Guerra, se había hecho una clara advertencia a todos los oficiales de no divulgar ninguna información por su cuenta.

Artículo VIII sección 431. Regulaciones de prensa para oficiales, hombres enlistados, y civiles empleados por el Ejército.- Ningún oficial, hombre enlistado, o civil empleado por el Ejército se le permitirá corresponder para ninguna publicación sin el consentimiento del Secretario de Guerra y de la mayoría de los corresponsales acreditados en el arma del ejército en el cual sirve. Ningún sensor o asistente del sensor podrán escribir sobre la campaña para publicaciones mientras permanezca en comisión en el Ejército.

La aventura de Maigne comienza cuando se introduce en las líneas Federales en un ferrocarril de refugiados en viaje de regreso a la ciudad de Córdoba, de pasada al cuartel general de Maass en Soledad. La estrategia en todos los casos involucraba la complacencia de las autoridades ferroviarias norteamericanas en México para transitar en un territorio claramente vedado.

Por el desorden evidente durante los primeros días de la ocupación de Veracruz, el Secretario de Guerra urgió al General Funston para hacer efectiva la normatividad, reuniendo a todos los corresponsales, fotógrafos o reporteros en el puerto, sin importar de los medios que se valieron para llegar y hacerlos firmar y jurar los estatutos del Field Services Regulations. El secretario de Guerra Garison escribía ante las nuevas responsabilidades a las cuales se enfrentaba:

“I realice that the whole field is a new one and that experience is probably the only guide that will lead us to a satisfactory conclusion”

Mary S. Mander en Pen and Sword: American War Correpondents, 1898-1975, 2010, amplía el concepto:

“Every rule is made to be broken-but more important, the rule breaking in the war with Mexico tells us that the War Department recognized the legitimate interests of the press and that the department had no interest in antagonizing the press.”
“In addition, journalists working for foreign papers had to have already “served” in other campaigns. This requirement suggests that foreign correspondents whose nations were sympathetic, if not allied with the United States, were thought of as parties in service also to the ends of a democratic state.”




El General Frederick Funston registraría una veintena de corresponsales, en la lista siguiente presentamos un poco más:

Jack London-Collier’s, Ejército
James Hare- Collier’s, fotografía; London Sphere
Arthur B. Ruhl- Collier’s, enlace; New York Tribune
Henry Reuterdahl/ U.S.S Minnesota (asignado desde 1913, fotógrafo, pintor y dibujante)- Collier’s, fotografía Marina
James Brendan Connolly- Collier’s, Marina
Charles M. Maigne (teniente)/ U.S.S Arkansas- Munsey
John C. Murray-The World; American Federation of Labor.
Richard Harding Davis (Dick)/U. S. S. Utah- Wheeler Newspaper Syndicate of New York, London Daily Chronicle
John T. McCutcheon/U. S. S. Wyoming- The Chicago Tribune
Robert R. McCormick (coronel)- hermano de Medill, The Chicago Tribune
Joseph Medill Patterson, sobrino de Medill McCormick- The Chicago Tribune
Floyd Gibbons-The Chicago Tribune
Medill McCormick-The London Times y Harper’s Weekly.
Walter Whiffen-Associated Press
Arthur L. Sutton, fotógrafo del Washington Post
William G. Shepherd- United Press
Frederick (Fred) Palmer- Everybody’s Magazine
Robert “Bobbie” Dunn
George Abel Schreiner- New York Times
Kirk Simpson- AP
John Reed
Rufus Fairchild Zogbaum- Ilustrador especializado en ilustraciones militares y navales; Harpers Weekly
Burge McFall- Associated Press
Oliver Madox Hueffer
J. B. Connolly
Vincent Starrett
Stanton Leeds
Byron R. Newton- The Herald; London Daily Mail; New York American
La señora Dean “Widow”- New York Town Topics
Los señores R. H. Murray- New York World
Junius Wood- Chicago Daily News
W. M. Carow
Long & Lowman- U.S.S. Louisiana, 14 de abril al 8 de agosto.
J. Fugazy- U.S.S. New York
Harlingue-U.S.S. Michigan
Ernest J. Trinkle- U.S.S. Chester
Victor Miller (Milner)- cineasta, Pathé
Fritz Arno Wagner- cineasta, Pathé
Cruse and Shaw
Van Zile and Chalk


Jimmy Hare, Jack London, Frederick Palmer, R. H. Davis

A estos 40 corresponsales o fotógrafos hay que agregar el resto de fotógrafos militares sin identificar, cada uno de los acorazados llevaba un fotógrafo oficial, así como algunas otras dependencias militares. John T. McCutcheon relata que había entre sesenta y setenta fotógrafos y corresponsales, cifras probablemente correctas (2).

A parte de la necesidad de registrarse, pagar la fianza de dos mil dólares más otros mil para gastos de transporte y manutención; los corresponsales debían portar su pase oficial con fotografía, el cual se debía mostrar bajo petición a cualquier oficial, comandante de compañía, o miembro de la policía militar, bajo pena en contrario de ser remitidos bajo custodia al cuartel general. Vestir uniforme color olivo y un brazalete blanco en dos pulgadas de ancho con la letra “C” en rojo, de forma de ser identificados a simple vista por oficiales y reclutas.

En el caso específico de las fotografías se manejarían de la siguiente manera, artículo VIII fracción 423:

“Fotografías y fotógrafos. Un fotógrafo oficial acompañará a cada sección del ejército o cualquier otro cuerpo independiente de importancia. Sus películas o placas serán enviadas expeditamente a Washington, donde las impresiones serán reenviadas aun costo nominal a la prensa. No serán recibidos ni fotógrafos de prensa ni cineastas. Los fotógrafos profesionales o fotógrafos de prensa serán aceptados sí fungen como corresponsales de prensa o correo.

Los corresponsales regulares deberán portar cámaras de mano. Los negativos serán enviados por el sensor de campo a la oficina del sensor en jefe en el cuartel general en Washington, donde serán revelados y tan pronto como pasen la censura se remitirá a la dirección proporcionada.”

Las disposiciones en cuanto a las imágenes fotográficas son de carácter más estricto en relación a la expresión escrita, por el simple hecho de no considerarse como parte de la libertad de expresión por lo tanto 100% censurables, sino como testimonio de la realidad. La enmienda constitucional en los Estados Unidos que da acceso a la información: “Freedom of Information Act (FOIA)” la firma el presidente Lyndon B. Hohnson el 4 de julio de 1966, entrando en efectividad el año siguiente.

Para finales de agosto ya casi nadie quedaba en Veracruz, James Hare en junio y julio visitó Zacatecas, posteriormente va a Europa, Jack London deja México el 8 de junio a causa de la disentería, el resto deja México al iniciarse la Primera Guerra Mundial; los fotógrafos militares permanecen a la par de sus unidades.




Algunos de los corresponsales de prensa cumplían con la doble función de fotógrafos, es el caso de Charles M. Meigne, sus fotografía se editarán en México por medio de Walter E. Hadsell, después de haber pasado por la censura, tomando en cuenta los números de registro usados por Hadsell con probabilidad se hizo a partir de agosto, cuando la atención ya estaba en Europa pero las tropas de ocupación seguían en Veracruz, y es el mismo Hadsell quien firma por los dos.

A primera vista es evidente que ningún fotógrafo mexicano hubiera podido cumplir los requisitos para acreditarse como corresponsal de guerra, ningún fotógrafo extranjero avecindado en México de forma comercial tampoco, y que las libertades de la primera enmienda solo eran validadas para ciudadanos norteamericanos. A partir del 14 de mayo de 1914, el trabajo de reporteros, fotorreporteros o simples fotógrafos, mexicanos o extranjeros como Ponciano Flores Pérez, Walter E. Hadsell, Samuel Tinoco, J. Buren, Cantillo, o Hugo Brehme serían extremadamente difíciles dentro del gobierno militar norteamericano de Veracruz, casi de carácter clandestino; un resquicio había en las palabras del Secretario Garrison despachadas al General Funston:

“Bring before you all those who are acting as correspondents and say to them that if they wish to continue to have matter accepted by the censor for transmission they must do as herein provided. They must file with you their names, the papers they represent, and an agreement to abide by all of the provisions of the field service regulations which apply to accredited correspondents. They will thereupon receive passes or credentials similar to those issued to accredited correspondents. No one who fails to have such credential may send matter by wire through the censor or otherwise.”

Walter E. Hadsell al ser ciudadano norteamericano y tener un establecimiento fijo en el puerto, debió sujetarse a la norma de alguna manera; podían clausurar su establecimiento, o impedir que su material saliera del puerto, cualquiera de las dos opciones no eran económicamente viables para él. Reprodujo fotografías aprobadas por la censura, inclusive cabe la posibilidad de que algunas sean de su autoría, consiguiendo una acreditación o usando presta nombres. Los nombres de F. Wray y C. M. Maigne ligados a Hadsell son muestra de ello.
En la siguiente cronología detectamos como Hadsell no permanece en México todo el periodo de la ocupación:

1907-1911: Encargado de refinación en “The Mexico Mines of El oro, Limited.
1911: Camera Craft, Photographers’ Association of California. Apartado postal 167 Veracruz, dirección El Oro, Edo de México.
1911: Viajó de Veracruz, México, a New Orleans y de ahí a la ciudad de Tampico, llegando el 25 Mayo de 1911.
1911: Empieza a manejar por su cuenta el establecimiento mercantil “La Kodak”.
1 de Julio 1914: Walter Elias Hadsell saca a sus tres hijos y esposa de Veracruz llevándolos a New Orleans.
Octubre de 1914: Viaja de Vera Cruz, México, a Texas City (Galveston), y de Texas, al puerto de Tampico, llegando el 20 Octubre 1914.
1914: Su esposa Christine Northrop muere.
1915: Deja México. Desconocemos exactamente la fecha, puede ser a finales de 1914 o principios de 1915; Hadsell fotografía la entrada de las tropas Constitucionalistas en Veracruz, 26 de noviembre de 1914.
Agosto de 1915: Fotografía las consecuencias del huracán que azota Galveston, en octubre las registra en derechos de autor con dirección en Houston, Texas.
1917: Viaja de Puerto Cortez, Honduras, a New Orleans, abordo del Coppename, llegando el 2 abril de 1917.
Septiembre de 1918: Se inscribe en el draft de reclutamiento militar para asistir a la Primera Guerra Mundial. Declara se ensayista y químico de la New Cornelia Copper Company, Ajo, Arizona. Se ha casado nuevamente.





Ponciano Flores López también logró algún acuerdo pues sus imágenes no solo llegaron a los sensores y pasaron, se editan en los Estados Unidos e inclusive las tarjetas postales producidas por la U. S. Navy “The Fleet Review” las usan sin que se omita su firma. Muestra que el material se empezó a producir antes de que el gobierno militar del General Funston estableciera la completa implementación de la normatividad, no hemos localizado fotografías de Ponciano Flores López después del establecimiento de la censura.

La normatividad impedía el revelado por parte de los fotógrafos, por lo tanto sí la imagen se firma en el negativo es anterior al 14 de mayo, Richard Harding Davis logra firmar algunas tomas a bordo del Utah, buque al cual estaba asignado, una opción es que haya realizado el trabajo en La Kodak de Hadsell.

Las anécdotas y circunstancias relatadas nos dan una idea del complejo panorama que fue la ocupación norteamericana en Veracruz, y nos hace cuestionáramos seriamente la presencia de Hugo Brehme. Durante los primeros 23 días de la ocupación el desorden y el libertinaje de los corresponsales y fotógrafos campeo, sin embargo debemos asumir un límite en ello, la prudencia, ética y moral, sujeta a los reglamentos y procedimientos militares norteamericanos durante operaciones militares en el extranjero.

En vez de preguntarnos y cómo le hizo Hugo Brehme para abordar el acorazado U.S.S. Texas, New York, Wyoming, etc., no deberíamos aceptar que no lo hizo y que cada grupo pertinente corresponde al fotógrafo oficial de cada buque…

En los archivos militares de la ocupación de Veracruz, Washington, existen los siguientes grupos documentales:

141.5 RECORDS OF THE LEGAL DEPARTMENT
May-November 1914
141.6 RECORDS OF THE PUBLIC SAFETY DEPARTMENT
May-November 1914

En ellos encontramos que se tomaron 369 fotografías de los prisioneros presentados ante “Provost Court No. 4” (corte oficial del gobierno local). Y 453 fotografías de los prisioneros de la cárcel municipal. En vez de preguntarnos cómo le hizo Hugo Brehme para fotografiar a los prisioneros en San Juan de Ulúa habría que aceptar que fue el fotógrafo militar encargado del departamento en cuestión…

La ocupación de Veracruz fue un campo de experimentación para los norteamericanos, su historia aeronáutica marcaría varias fechas ahí; usaron por primera vez en combate un aeroplano naval, 25 de abril; el 28 del mismo, la primera fotografía aérea en combate; el 6 de mayo fue la primera vez que un aeroplano militar norteamericano era dañado por fuego enemigo.




En vez de preguntarnos de nuevo cómo le hizo Hugo Brehme para subir a un aeroplano, deberíamos asumir que fue un fotógrafo militar, en Veracruz solo había aeroplanos militares norteamericanos; el teniente piloto aviador Patrick N. L. "Pat" Bellinger realizó 46 vuelos de reconocimiento en compañía de su observador el teniente Richard C. Saufley, trabajaron con una cámara Kodak A3 propiedad de Bellinger, en tierra Bellinger realizó diferentes trabajos fotográficos, ambos militares estaban asignados al U. S. S. Mississippi; el piloto militar Henry C. Mustin, encargado de la Estación Aeronáutica Naval U.S.N., realizó fotografías aéreas el 29 de abril. El caso de Jimmy Hare en Ciudad Juárez 1911 es diferente, él lo hizo en un avión privado. Hare retrataría al teniente Bellinger y su Curtiss C3 después de una de las muchas misiones, la fotografía se publicó en “Flying” revista de la Flaying Association en 1914, ilustrando el artículo “Aerial Photography-a new art” por James H. Hare, Veteran war Photohtapher of Collier’s Weekly.


Publicada por AP.

Publicada por Walter E. Hadsell.

Publicada por Hugo Brehme.


(1)Maverick Marine: General Smedley D. Butler and the Contradictions of American Military History, Hans Schmidt, 1998.
(2)The lost Road, Richard Harding Davis, Icon Group International , Inc. 2008. Appreciations of Richard Harding Davis

Referencia.

Adventures and letters of Richard Harding Davis, Richard Harding Davis, 2004.

American journalism, 1690-1940, escrito por Frederic Hudson, Alfred McClung Lee, Frank Luther Mott, 2000.

The banana wars: United States Intervention in the Caribbean, 1898-1934, escrito por Lester D. Langley, 2002.

Historical dictionary of war journalism, escrito por Mitchel P. Roth,James Stuart Olson, 1997.

The landing at Veracruz: 1914: the first complete chronicle of a strange encounter in April, 1914, when the United States Navy captured and occupied the city of Veracruz, Mexico, Jack Sweetman, U.S. Naval Institute, 1968

A handbook of American military history: from the Revolutionary ... -Jerry K. Sweeney, Kevin B. Byrne - 2006

Dictionary of American naval Fighting Ships. http://www.history.navy.mil/danfs/m12/mississippi-ii.htm

Mustin: a Naval family of the twentieth century, John Fass morton 2003.
Revolutionary Mexico: The Coming And Process of the Mexican Revolution, John Mason Hart 1989.

Windows on the world: the information process in a changing society, 1900-1920. Robert William Desmond University of Iowa Press, 1980

New York Times, mes de mayo de 1914.

Un buen fin de semana.


Publicado por Arturo Guevara Escobar en

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El pasado día 17, ya con la obscuridad reinante se proyecto Cámara Casasola del Director Carlos Rodrigo Montes de Oca Rojo, en el patio principal del Museo de la Ciudad, la cita era a las 7 de la noche pero con la justificación de esperar más auditorio casi se espero una hora.

Lo cual me dio tiempo para ver la muy interesante muestra sobre Guillermo Kahlo, "Reporte Kahlo, Ciudad de México, cien años de patrimonio", y escuchar al autor de la contra parte Rodrigo Vázquez Moreno; la muestra lleva el doble discurso de mostrarnos la impecable técnica de Kahlo para plasmar la belleza arquitectónica, y el esfuerzo actual con los medios más parecidos posibles para imitarlo.

Rodrigo Vázquez ante su auditorio de visitantes nocturnos, se emocionaba al narrar las peripecias del reto, una de sus conclusiones es contundente: ser un artista de la cámara como Kahlo no es poca cosa, la imitación tampoco. El trabajo de Vázquez aunque cuidado, no logra la frescura y calidez de luz visible en el maestro.

Regresando al patio aún me resto tiempo para sentarme y ver la proyección desde el principio; por desgracia el sonido fue tan deficiente que hubo partes donde simplemente me deje llevar por la imaginación. Un argumento confuso, profuso de imágenes de la revolución, e intervenciones de escolares de primaria y secundaria para demostrarnos qué y cómo comprenden el proceso histórico. En los créditos se aclara todas las imágenes pertenecen al archivo Casasola.

El “documental” en cuanto a Casasola resulto completamente parcial, y de ello no debemos culpar a quienes emitieron su opinión, es cuestión de edición.

Entre la concurrencia se encontraba Gustavo Casasola Salamanca y su hija Vania, no hubo oportunidad de platicar con ellos.

El mundo es pequeño, la mañana del sábado 20 caminando por el centro de Coyoacan noto mucha actividad en el jardín del Foro Cultural Coyoacanense, montan fotografías en gran formato, les colocan unos pequeños letreros con notas explicativas, y es Gustavo Casasola Salamanca quien dirige la operación.

En el atrio de San Juan Bautista hay dos grandes mamparas con perforaciones para introducir la cabeza, en una de ellas impresa la fotografía de Jerónimo Hernández “La Adelita”.

Domingo 21, pertrechado con la cámara regreso a la exposición fotográfica, en el jardín Hidalgo en el templete que el día anterior usara Marcelo Ebrad se realiza un festival musical, como de costumbre la gente alegremente cubre toda el área, para adornar las estructuras de la tramoya a un lado la Adelita, del otro Emiliano Zapata.




Hay fila para posar como la heroína de la revolución, en un pequeño carro de ferrocarril se pueden tomar una foto, acompañado de villistas o zapatistas, todo patrocinado por la delegación de Coyoacan y Casasola por la cultura A.C.

Para terminar el recorrido llegué a la calle de París número 35, Casasola México, showroom. Cuál sería mi sorpresa al toparme nuevamente con don Gustavo Casasola Salamanca; ocasión dorada.

Persona amable y dispuesta a la plática, después de presentarme inquiero sobre como consultar el archivo Gustavo Casasola y cuáles son las diferencias con el archivo de Pachuca, de estas preguntas surgió una pequeña conversación.

Quiero saber si disponen de material de Hugo Brehme, por desgracia no tienen nada, de H. J. Gutiérrez sí.

El archivo se formó de manera particular por Gustavo Casasola, y no formaba parte del archivo de su padre Agustín Víctor Casasola. Parte de él es resultado de donaciones, cuando se editó Historia Gráfica de la Revolución Mexicana un efecto colateral fue el deseo de mucha gente por verse retratado en un libro, y le hacían llegar fotografías con esa intención, de la misma manera la labor de Gustavo Casasola como preservador de un patrimonio fotográfico tan rico, propicio la entrega de material de manera desinteresada.

¿Por qué no existe una biografía de Agustín V. Casasola?

Don Gustavo Casasola Salamanca responde: de hecho ya la tengo escrita.

Y para cuando sale el libro, sin duda será muy interesante leerlo…

No ha habido dinero para publicarlo; uno podría pensar que conseguir patrocinadores para la biografía de Agustín V. Casasola no sería problema, sin embargo algo falló.

Felicité al señor Casasola por dar los créditos a los fotógrafos correspondientes en la exposición del Foro Cultural Coyoacanense, y él asintió:

Nosotros nunca hemos dicho que todo sea resultado del trabajo de mi abuelo…Siempre hemos sabido que la fotografía de la Adelita es de Jerónimo Hernández; Jerónimo era un buen amigo de la familia. Como él dejó la fotografía y se dedicó a la burocracia cuando había problemas con el gobierno iban con Jerónimo, inclusive el firmo como funcionario en mi acta de nacimiento. En una ocasión un familiar de Jerónimo después de su muerte nos acusó de haberle robado su archivo, eso no es verdad.




Ojalá muy pronto se pueda editar la biografía de los Casasola que augura estar llena de anécdotas, datos y documentos, que haya justicia para todos y no por la ley del péndulo se castigue erróneamente.

Hay otros Casasola que son otra historia…en la plaza Loreto y patrocinados por Telcel se montó otra exposición, esta corresponde a Bazar Casasola. En ella se sigue una línea temática con la mancuerna Casasola-Brehme. No se reconoce más autoría que la de Casasola y Brehme.






Feliz Cumpleaños.


Publicado por Arturo Guevara Escobar

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El 8 de noviembre se celebró el 122 aniversario del natalicio de Aurelio Escobar Castellanos, acontecimiento que por pocos días de diferencia coincide con la exposición homenaje montada en su honor.

Para todos aquellos que no pudieron estar presentes en la inauguración aun tienen la oportunidad de visitar la muestra, abierta hasta el día 4 de febrero del 2011, en las instalaciones del Archivo General de la Nación, sala David Alfaro Siqueiros.

Para los amantes de la fotografía y que se encuentren en la Ciudad de México, es una visita obligada, si bien es una muestra pequeña, se enfoca en un formato pocas veces visto, sobre todo en una exposición.

La parte central consta de once fotografías en gran formato panorámico, no se trata de ampliaciones sino impresiones de contacto, esto quiere decir que las fotografías muestran el tamaño real del negativo, a su vez de otras secciones donde se ven diferentes aspectos de su vida profesional, como estudiante, como fotorreportero durante la Revolución Mexicana, fotógrafo de Estudio, etc.


El archivo fotográfico Aurelio Escobar Castellanos, desde el pasado día 4 oficialmente parte del Patrimonio Nacional, y bajo resguardo del AGN, en su parte substancial consta de 3350 negativos panorámicos, la totalidad del archivo comprende 4446 piezas, siendo la colección más rica de su tipo en México, y entre las más importantes a nivel mundial.

En la ceremonia protocolaria se sancionó la incorporación del acervo, y la Directora del AGN, Aurora Gómez Galvarriato Freer, hizo el anuncio del próximo inicio del proceso de digitalización de la totalidad de la colección, herramienta invaluable por el difícil manejo de los negativos, para el acercamiento de los investigadores al material, así como para su preservación y difusión.

Las fotografías realizadas entre los años de 1923 y 1978, no comprenden la totalidad del trabajo realizado por Aurelio Escobar Castellanos en dicho formato, pues se sabe que a través de los años se sustrajo indebidamente material de su archivo, existiendo la posibilidad que en un futuro se puedan reintegrar, apelando a la buena voluntad de quienes lo poseen en la actualidad.

Entre el material que "no" se encuentra en el AGN, se comprende el realizado para la CIF, “Compañía Industrial Fotográfica”, en la primera parte de la década de 1920. Así como la mayor parte de las fotografías generacionales realizadas por “A. Escobar Foto”, y “Foto Panorámicas Escobar”, de las facultades de Leyes, Medicina, Ingeniería, etc., de la UNAM, entre otras cosas.

20 de Noviembre de 1952, Inauguración de Ciudad Universitaria, A. Escobar 16 de septiembre 64 México D.F. En la refundación de la Univercidad Nacional el Septiembre de 1910, Aurelio Escobar también estuvo presente. (La imagen se puede ampliar a buena resolución).

Ha de extrañar que se mencione material con fechas tan recientes como 1978, sí es conocida la muerte de Aurelio Escobar en 1964. A la muerte de Don Aurelio, su viuda María del Consuelo Vélez de la Torre, sobrina de Heliodoro J. Gutiérrez, mantuvo las riendas del negocio, donde había participado desde 1933, quedando como fotógrafo titular Enrique Escobar Castellanos, quien había fungido como ayudante de Aurelio Escobar Castellanos a partir de 1910. La vida laboral de Aurelio Escobar fue longeva, de 1906 a 1964, 58 años, la de su hermano no lo fue menos.

De igual forma no ha de sorprendernos encontrar material panorámico firmado como: “H.J. Gutiérrez”, “Marst”, o “París”, las firmas comerciales manejadas por Heliodoro Juan Gutiérrez donde Aurelio Escobar colabora ampliamente, o bajo otros nombres a quienes les realizó trabajos de forma especial. La fotografía panorámica trabajada por los hermanos Escobar, casi tuvo el carácter de monopólico por muchos años, permitiendo una participación muy reducida de otros agentes, muestra de ello no solo es el volumen de su producción, también lo es el hecho de haber llegado a poseer 4 equipos fotográficos Kodak Cirkut.

Islam and Anezeh at the pyramid of the sun. Oct 10-1925. Marst foto. 5 de Mayo 61 México. (La imagen se puede ampliar a buena resolución). La historia comienza en el año de 1907 cuando un grupo de Shriners establecidos en la Ciudad de México recibió la carta patente de la AAOMS para trabajar en el territorio de la República Mexicana. El primer Shriner registrado fue José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, quien se desempeñaba como servidor público con el máximo encargo de ser el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

La riqueza documental del archivo, no solo sorprenderá a estudiosos de la fotografía e historiadores, sino también a infinidad de personas al reconocer a sus parientes y conocidos plasmados en las imágenes…

Parte de la exposición se puede ver en el portal del AGN.

Se inaugura exposición.


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El Archivo General de la Nación tiene el honor de invitarle a la exposición Aurelio Escobar Fotógrafo Profesional.

Inauguración y vino de honor 4 de noviembre 2010, 12:30 hrs. Sala David Alfaro Siqueiros

R.S.V.P. Tel. 51 33 99 00 Ext. 19420

Como parte de la recepción del “Archivo Fotográfico Aurelio Escobar Castellanos”, el Archivo General de la Nación (México), organiza una pequeña exposición. Si bien el trabajo de Don Aurelio abarca un periodo de tiempo amplio, 1906-1964, las vicisitudes de la vida no han permitido salvaguardar un archivo que comprenda su desarrollo profesional de manera integral.

El mismo Archivo General de la Nación, en su fondo “Propiedad Artística y Literaria”, conserva parte de los registros hechos a nombre de “H. J. Gutiérrez”, en su mayoría obra de Aurelio Escobar Castellanos.

De forma anónima, o sin la atribución correcta, en otros fondos de la misma institución así como en otras van apareciendo los rastros del fotógrafo mexicano.

La aportación hecha por A. Escobar a la fotografía mexicana como testigo del periodo revolucionario, es en sí suficiente para ser recordado y apreciado. Pero en el caso actual, la nueva incorporación al AGN se trata de un archivo esencialmente diferente… “fotografía Panorámica”.

El nuevo acervo coloca al AGN dentro de las instituciones a nivel mundial, más ricas en dicho formato fotográfico. El catalogo completo se dará a conocer en próximas fechas, labor en la cual el personal del AGN ha dedicado su esfuerzos durante el año del 2010, habiendo el compromiso de digitalizar toda la colección para ponerla a disposición de los investigadores.

De igual forma, a nombre personal los invito a conocer el primer esfuerzo institucional por reconocer a Aurelio Escobar Fotógrafo Profesional.



Reflex o View, II.


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El jueves 26 de marzo del 2009 publiqué la reflexión “Reflex o View”, ponderando algunas de las diferencias entre ambos tipos de cámaras a principios del siglo XX. Con motivo de las festividades del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana en el 2010, han aparecido un buen número de novedades editoriales sobre el tema, de las más recientes, junio del 2010, “La primera gran revolución del siglo XX, México 1910.1921, Un imaginario de la revolución mexicana Guillermo Tovar de Teresa, editorial Proceso”; como muchos de ustedes han de saber “Proceso” es una revista de contenido político surgida al público el 6 de noviembre de 1976, conformada con periodistas expulsados del diario “Excélsior” el 8 de julio de ese año, y en este caso patrocinador editorial. El coordinador del libro estuvo a cargo de Guillermo de Tovar de Teresa, y el guión iconográfico de Miguel Ángel Berumen.


En la tendencia manifestada por Berumen en otras ocasiones, nuevamente vemos un espacio dedicado al homenaje de los primeros fotorreporteros mexicanos; páginas 116 y 118, de hecho las dos últimas imágenes del libro. Ambas planteadas como complementarias y muy ad hoc para “Reflex o View”.

Se trata de dos momentos durante la inauguración de la primera piedra del monumento a Giuseppe Garibaldi en la colonia Roma, ciudad de México, durante septiembre de 1910, referencia que no se hace en los pies de foto, pero en la imagen de la página 116 vemos una pequeña bandera italiana con el escudo de la Casa de Saboya. Están presentes el Señor Presidente de la República Don Porfirio Díaz Mori, y el gobernador de Distrito Federal el Señor Enrique C. Creel.

El pie de foto es el siguiente: “Un apretado grupo de fotógrafos a un lado del presidente Díaz, entre ellos está Agustín Victor Casasola. La imagen está firmada por Ramos (Manuel) y sorprende que él no esté entre sus colegas que permanecen atentos a los movimientos del mandatario. Sin embargo, la segunda fotografía- en la siguiente página- sorprende aún más, ya que este fotógrafo tampoco está en primera fila y al igual que Ramos, también fija su atención en sus colegas que retratan al presidente.”


El presidente Díaz aparece casi de frente ante la cámara, la cabeza ligeramente inclinada hacia su izquierda, en esa dirección a unos centímetros el representante de Italia lee un documento sostenido entre sus dos manos, Díaz frunce el seño, resentido por la luz solar que lo acomete de frente, pero probablemente no escuchaba bien y por eso coloca su oído en una mejor posición, tres personajes hacía su derecha ha quedado rezagado el gobernador del Distrito Federal, de igual forma su expresión corporal indica atención al locutor.

A diferencia del pie de foto colocado por Berumen, Agustín V. Casasola, al centro del grupo de tres fotógrafos, Garduño a su derecha, y otro fotógrafo no identificado platican entre si. El tercer acompañante podría ser un enviado extranjero, por sus notoria altura que hace aparecer a Casasola y Garduño de baja estatura, detrás de él sin siquiera llegarle al hombro trata de introducirse el fotógrafo Gerónimo Hernández, totalmente de espaldas al evento, es Casasola quien habla y los demás escuchan, que se dicen…

Demos la vuelta a la página; “La fotografía deja al descubierto la posición de Ramos a quien vemos al fondo con su cámara. Más allá de ser un homenaje a los fotoperiodistas- este juego de fotografías- donde los fotógrafos se retratan de frente casi de manera simultánea, de alguna manera devela el misterio que tradicionalmente se esconde en el fuera de campo”.


La segunda imagen lo es en la posición editorial pero también temporal, el evento ha terminado. Manuel Ramos espera, tiene el paño para obscurecer el visor de la cámara sobre sus hombros, y en su mano derecha aún sostiene el disparador neumático de su cámara, mientras la otra mano la sujeta para desplazarla, la inclinación de la misma muestra que la pata oculta de su trípode ya no toca el suelo.

Por otra parte desvela un misterio, porqué muchas de la fotografías de Ramos tienen un horizonte visual elevado sí su estatura no lo era tanto, él como la cámara están sobre una tarima de madera, 20 o más centímetros de altura adicional. Detrás de la tarima espera un pequeñito con dos sombreros, uno es el clásico modelo seleccionado por Ramos…de quién es el otro.

Unos metros al frente caminando hacía el espectador se encuentra el fotógrafo Abraham Lupercio, sin sombrero, habrá ido a comentar algo con Ramos…a su derecha y al frente otro joven ayudante sostiene su cámara, el trípode ya fue retraído y doblado, lista para empacarse.

El presidente Díaz se retira, busca el espacio para caminar mirando al suelo, Casasola y su grupo quedan en primera fila y pueden accionar sus cámaras para un última toma, Agustín es el primero en detectar el movimiento y se adelanta, mientras Garduño queda al fondo de los otros dos, ya no puede enfocar, levanta su cámara Reflex pero sus compañeros son demasiado altos, solo logra inclinarla hacia arriba, perdiendo el ángulo correcto.

Más a la izquierda, aparece otro fotógrafo que no habíamos detectado, muy atrás, levanta una cámara View formato postal todo lo que puede esperando captar algo, solo al llegar a su laboratorio lo sabrá.

La cámara es del tipo Nettle, y no la popular A3 o A4 de Kodak. Ventajas, un fuelle rectangular que permite usar lentes de mayor diámetro, y tablero delantero intercambiable, por ende uso de diferentes objetivos en el mismo cuerpo, dos cosas que no pueden hacer los modelos de Kodak.

Ya casi saliendo de escena en primer plano un aburrido ayudante se cubre el rostro con el sombrero, mientras se recarga en el estuche de una cámara.

La sorpresa del día, en el extremo derecho a media escena se avista una cámara View 8x10, en forma plegada, se trata de Aurelio Escobar C.

Y el autor de la imagen en un puesto elevado, no sabemos quién sea, ya que nadie lo captó...

De una forma muy gráfica vemos las ventajas y desventajas de los dos tipos de cámaras, las cámaras Reflex necesitan estar en primera fila, la cámara de Garduño Reflex 5x7, es tan grande que probablemente no logró una buena toma a pesar del esfuerzo; las cámaras View de gran formato ni lo intentan, ellas disfrutaron de una mejor posición a pesar de la distancia, pero la falta de espacio para maniobrar las deja fuera de acción para un movimiento improvisado, finalmente la View de pequeño formato quizás consigue su cometido, así como en la actualidad lo hacen muchos fotorreporteros.

Es pertinente recalcar la importancia de las acreditaciones y ser reconocido como fotógrafo por las autoridades, después del abigarrado grupo de invitados alrededor del Presidente, vemos un cordón militar y tras un espacio vacío otro cordón militar, y luego el resto de la sociedad.


Septiembre de 1910.


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Con motivo de las fiestas patrias del Centenario de 1910, el gobierno mexicano hizo un censo de todos los periodistas y fotorreporteros para entregarles un carné de acceso a las diferentes ceremonias conmemorativas; indicativo de la exclusividad, de la privacidad de los entes políticos amen de la seguridad personal que se les quería otorgar; ya no solo era necesaria una cámara fotográfica para estar presente, se necesitaba de acreditaciones, de una razón de ser y estar, de la buena relación con el sistema; ello variaría de acuerdo a las circunstancias específicas, no era lo mismo asistir al desfile multitudinario del 16 de septiembre que tener una sesión particular con el Presidente de la Republica, o asistir a la inauguración de la columna de la Independencia.

El carácter independiente y visionario de Aurelio Escobar Castellanos sacó provecho de la infraestructura creada por Heliodoro J. Gutiérrez, marcando su propia forma de hacer las cosas; lo cual veremos por primera vez en 1910.

Durante las festividades del Centenario, la organización de la “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” produce una serie de postales recontando los acontecimientos del día a día. Entonces uno o todos los fotógrafos de la empresa recibieron carnés de acreditación…

A la fecha no se ha localizado la lista de acreditados, por lo cual desconocemos cuantos y quienes fueron.

Por razones que desconocemos estas postales se producen sin rubrica y solo en algunos caso se coloca la numeración, el inicio de la Revolución puede ser un motivo para dejar de lado la temática y enfocarse en las nuevas circunstancias político sociales. La crónica oral de la familia Escobar, atribuye el trabajo a Aurelio Escobar C.; pero, como veremos aunque puede haber una participación domínate de él, es sobre todo un trabajo de equipo. (En varias de las postales conservadas aparecen anotaciones de puño y letra de Aurelio, al frente marcando la fecha y otras al reverso indicado los personajes retratados.)

¿La “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” trabaja sobre la base de series fotográficas delimitadas por eventos diferentes, o crea una colección única?

Al contar con una base de datos a limitada, no podemos dar una respuesta, de tratarse de una colección única, constituida por material producido durante el mes de septiembre pero de eventos diferentes, hablaríamos de un conjunto aproximado a las 300 imágenes. En el caso de ser series independientes esperaríamos un número exponencialmente superior.

De acuerdo a ello saquemos otras conclusiones; ¿Que implica 300 imágenes desde el punto de vista económico?

La “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” opto por el formato 8x10, del cual posteriormente sacaban reencuadres para imprimirlos como postales. Cada chasis de madera con dos placas fotográficas de cristal tenía un peso aproximado de 680 gr., y un espesor de 1.5 cm., sí colocáramos los 150 chasises necesarios para llegar a la toma 300 uno encima de otro tendríamos una torre de 225 cm. de altura y 102 Kg. de peso.

Cada placa fotográfica de cristal 8x10 tenía un costo de $ 2.40 dólares por docena, se necesitan 25 docenas para completar la cantidad requerida y con el dólar a la paridad de 2.01 pesos por dólar, son $ 4. 82 pesos la docena y $ 102.5 pesos de inversión solo en negativos, sin contar gastos de envío y aranceles o intermediarios. Claro son dólares y pesos de 1910.

En los desfiles del 15 y 16 de septiembre H. J. Gutiérrez alquiló uno o barios balcones sobre la Avenida San Francisco (hoy Francisco I. Madero), hacia la esquina de Callejón del Espíritu Santo (hoy Motolinia). En el desfile alegórico del 15 se capto el instante donde cruza un carro portando una alegoría a la Independencia y los próceres de la Patria, el mismo carro se percibe en otra toma sobre Avenida 5 de Mayo llegando al edificio de la Mutua, hoy Banco de México, después de recorrer toda la Av. San Francisco dar la vuelta a la plaza de la Constitución y regresar sobre 5 de Mayo.

Sí bien es posible dejar la locación de San Francisco y trasladarse hasta 5 de Mayo con tiempo de volver a ver el mismo carro; no es más lógico pensar en la existencia de dos fotógrafos. Pues de lo contrario en aras de volver a captar el mismo carro alegórico se perdería gran parte del desfile desde la visión elevada de San Francisco, he aqui el trabajo de equipo.


La postal tomada desde el balcón en Av. San Francisco el día 15 se puede comparar con tomas similares de la “H. J. Gutiérrez” del día 16, donde no hay variación relevante en la posición de la cámara. Y nos da pie a otros análisis; comparándolas a su vez con impresiones hechas por L. V. García; encontramos una posición de la cámara aparentemente igual, lo mismo que el tipo de lente usado. Esto se determina por las líneas de fuga y del horizonte visual.

La respuesta más simple es: fueron dos fotógrafos en el mismo lugar donde habían muchos.

Tomando otro material perteneciente a L. V. García, del mismo día 15 pero a nivel de calle, y comparándolo con las de la “H. J. Gutiérrez” nos da el siguiente resultado: las tomas de la “H. J. Gutiérrez” son regulares, todas parecen pertenecer al mismo tipo de equipo fotográfico, mientras en las de L. V. García, las tomas hechas a nivel de calle corresponderían a una cámara Reflex, y las tomas aéreas desde el balcón no…

Haciendo una prueba de sobre posición de las imágenes de la “H. J. Gutiérrez” y de L. V. García del día 15 sobre avenida San Francisco; hay una irregularidad en el ancho de las paralelas verticales de los elementos arquitectónicos. Mientras las horizontales y los ángulos de fuga coinciden totalmente. Dando la idea de la hoja de una puerta abriéndose hacía nosotros desde la derecha. Eso solo se puede explicar porque las cámaras se colocaron de forma paralela a poca distancia entre si.

El espacio usado por la “H. J. Gutiérrez” es el estudio de Emilio Lange, con quien mantenía una buena relación, mientras la otra cámara puede estar en el mismo estudio o desde la American Photo Suplay, local contiguo.

Aunque ambas imágenes comparadas se encuentran impresas en formato postal 8.9x13.9 cm., la de la “H. J. Gutiérrez” es un reencuadre tamaño postal de un formato previo 8x10; y la de L. V. García en un formato postal incluye la totalidad de visión del formato 8x10. Esto quiere decir que no solo coinciden en una ubicación paralela las cámaras con poca diferencia de distancia, sino también el uso de un lente con un campo de visión aproximado de 110º.


Para determinar el ángulo de visión se cuenta con la siguiente información: se sabe el ancho de la calle y sus banquetas. La acera donde se ubico la cámara está ocupada en un 50% por el Templo de la Profesa, y el resto está dividido en tres predios proporcionales, se pueden identificar cuantos edificios son visibles en la impresión y cotejar la longitud visual de la escena, y así calcular un ángulo aproximado.

Los ángulos de visión no pueden variar de forma indistinta, dependen del formato en proporción a la distancia focal de los lentes, por ejemplo 56º, 71º, 16º; y de ahí se les denomina: normal, gran angular, telefoto. El formato postal no es simplemente más pequeño que el 8x10, es más alargado, de forma que cuando pasamos de los formatos 8x10 a 5x7 a postal, cada vez el espacio es más rectangular. Entre más ancho sea el formato teóricamente tendría la capacidad de albergar una campo visual con mayor ángulo, pero esto también se ve afectado por el tamaño real del formato y no solo la apariencia, y de la distancia focal.

Desde el punto de vista geométrico, un formato postal requiere de una distancia focal de 49.17 milímetros para generar un ángulo visual horizontal de 110 grados, pero para la óptica fotográfica el campo visual se mide en las diagonales, entonces la distancia focal del lente requerida es de 58 milímetros, o 2¼ pulgadas.

Por lo tanto los ángulos visuales deben ser coherentes a los lentes fabricados, y accesibles al público, en este caso en la década de 1910. Por ejemplo el Ross-Zeiss “Tessar”, usaba una distancia focal de 2 pulgadas en un formato 1x¾ , pero con solo un ángulo visual de 35º. El mismo Ross argumentaba que su lente “Protar” series V, f 16, en un formato postal podía generar un ángulo de 100º, siendo que el lente era de 90º, al forzar la distancia a 3½. El Beck Steinheil Orthostigmat series IV, f/12 y ángulo visual de 100º /110º y distancia focal de 2 7/8 a 10 pulgadas era otra opción, o el Busch Pantoscop 100º/ 110º.

¿Entonces porqué L. V. García uso reprografías de un formato 8x10 y no negativos originales para imprimir sus postales y además de manera descuidada?
¿Son dos o un solo fotógrafo?
¿L. V. García uso dos cámaras con formatos y lentes diferentes al mismo tiempo?

Sí uno es el creador de una imagen y posee el negativo no usaría una reprografía para hacer una reducción, o sí…

Como en la actualidad los objetivos gran angular o telefotos son equipos sofisticados y caros, por lo general a disposición de profesionales, las cámaras de pequeño formato no tienen objetivos intercambiables, y una tarjeta postal impresa con un ángulo visual de 110º nos indicaría un profesional, tanto si se trata de una impresión de un original o una reducción. Pero el uso de reprografías más nos haría pensar que L. V. García no es el autor; L. V. García solo documenta eventos públicos...

La mañana del 16 de septiembre de 1910 fue la inauguración del monumento a la Independencia. Del fondo Culhuacán del SINAFO tomamos la imagen Nº Inv. 351933, autor no identificado, negativo gelatina sobre vidrio formato 5x7. Junto a ella una postal de la “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” Nº 178.

El fotógrafo de la “H. J. Gutiérrez” se ubicó de forma perfectamente alineada con la columna, mientras el otro fotógrafo permaneció a su izquierda y a la misma distancia. Se puede apreciar como estando representadas las dos imágenes en proporción entre ambas, el basamento de la columna se ve más grande en la postal, puesto que es un reencuadre de un formato mayor.

Ambas de diferentes momentos de la inauguración de la columna de la Independencia. En la fotografía del SINAFO contamos 13 fotógrafos y un cineasta con su ayudante; en la postal, 8 fotógrafos y un ayudante. Entre las dos solo podemos identificar a un fotógrafo como el mismo, por lo que podíamos decir que se encuentran 20 fotógrafos más los dos ejecutores de las imágenes, 22 fotógrafos. De todos ellos al analizar su cámaras solo el fotógrafo de la “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” usó un formato 8x10. Podemos diferenciar a tres fotógrafos con cámaras Reflex, dos con trípode y cámara 5x7, uno con un monopede, cinco con cámaras de bolsillo, etc. Proporcionalmente hablamos de la tercera parte de los fotógrafos profesionales residentes en el D. F. y solo uno usando la cámara formato 8x10. Hay otros fotógrafos que en diferentes eventos usaron cámaras 8x10, o cambiaron de cámaras según las necesidades, por ejemplo Agustín V. Casasola en este caso lo vemos con una cámara de bolsillo y en la mayoría de las veces se le ve con una Reflex 5x7.

Domingo 11 de septiembre de 1910, 11 AM., colocación de la primera piedra del monumento a Pasteur, obsequio de la Colonia Francesa.


Arriba mostramos un montaje de dos postales; la superior acreditada a la “H. J. Gutiérrez” y la inferior anónima de la colección perteneciente a la UACJ (#1403700). Ambas postales coinciden exactamente en su montaje, siendo la imagen en el área sobre puesta la misma. Por lo tanto ambas postales se imprimieron a partir del mismo negativo. De las fiesta patrias no contamos con ningún negativo ni impresión 8x10 y este hallazgo confirma la tesis del uso de negativos 8x10 con reencuadre tamaño postal, sistema usado por la "H. J. Gutiérrez" en otros momentos. La de la UACJ lleva impreso en el negativo el número “228”, la otra no lleva ni rubrica ni numeración, a su reverso se lee con letra Palmer de puño y letra de Aurelio Escobar C. en 4 renglones: “Centenario de Mexico 1910, Sr. Porfirio, Sr. Creel, Sr. Landa y Escandon”. Hay otra postal del Instituto Getty (95.R.104.p.5v.4) del mismo evento, anónima y con el número 253. Entre las tres hay una misma posición de la cámara, elementos como la mesa, la cubeta y el letrero de “Pasteur” permanecen inalterados en sus verticales, prueba de ser una idéntica ubicación; en la postal Nº 253 se elevó la cámara para tener una mejor visibilidad cuando los personajes se sentaron.


Se ha argumentado mucho sobre las limitaciones de las cámaras fotográficas de gran formato en el primer y segundo decenio del siglo XX por parte del fotoperiodismo, pero nos queda claro como una proporción muy grande de fotógrafos había elegido modelos ligeros y maniobrables para 1910; y la elección de la “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” debió ser en función de principios de calidad y estéticos y no prácticos. Pues no solo el sistema redundaba en dificultades técnicas sino también en costos de producción más elevados por unidad producida.

En 1910 fue la gran fiesta de los fotógrafos, había mucho que retratar y un gran interés por conservar los registros visuales, todos los días del mes de septiembre de 1910 hubieron eventos públicos y privados, el país se lleno de monumentos y obras públicas…Inclusive el productor de tarjetas postales Félix Miret editó postales con letras doradas en bajo relievé para los rótulos.

En la actualidad la columna de la Independencia es el lugar elegido por los capitalinos para festejar y manifestarse, es el símbolo de la ciudad de México, uno de sus más bellos monumentos.

Postal septiembre de 1910, autor: Aurelio Escobar Castellanos.

Cien años después en la capital mexicana transcurre el mes de septiembre con... tristeza, cuan diferentes son las cosas, probablemente dentro de otros cien años nos sigamos acordando de las fiestas del centenario de 1910.


Almacén de huevos.


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Me encontré esta fotografía de la ocupación norteamericana de Veracruz en 1914, muy adecuada a nuestro último tema, la maestría al realizar una imagen, y la coincidencia.


Para el mexicano el doble sentido en las palabras es algo normal, inclusive todo un arte, el albur, los piropos, juegos de palabras, adivinanzas, las connotaciones sexuales se introducen en todas partes; puede ser pura coincidencia…

El almacén de huevos ya estaba ahí, cualquiera tomando el escenario se hubiera topado con el letrero, pero al mismo tiempo se podía evitar; del lado izquierdo trepado en una plataforma hay un fotógrafo, en su toma no aparecerá el letrero.

Par un mexicano ver la imagen con el letrero “Almacén de huevos” es un mensaje claro, y los uniformes blancos dominan...

Fotografía de autor anónimo. Por la numeración y tipografía se podría tratar de la autoría de Hadsell, y de ser así no habría tanta coincidencia más bien intención.

Maestría.


Publicado por Arturo Guevara Escobar

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En nuestras pasadas entregas hemos tratado dos temas con insistencia, la fotografía de Emiliano Zapata en el hotel Moctezuma, y las fotografías de Hugo Brehme durante la revolución mexicana, ambos relacionados íntimamente.

No hay una explicación clara de porqué en un momento se acreditó la fotografía de Zapata a Brehme, pareciendo ser una decisión arbitraria, para luego retirarla de su catálogo de una manera no del todo contundente.

Dentro del corpus acreditado a Brehme, existen otras fotografías de Zapata, o relacionadas con su presencia realizadas en el hotel Moctezuma, y muy probablemente todas pertenecientes a igual momento histórico...

La fotografía de Zapata en el hotel Moctezuma, no es una simple imagen, y en la declaración no tomo en cuenta el valor iconográfico que ostenta en la actualidad. En relación al gran conjunto de imágenes creadas durante la Revolución Mexicana, está es dotada de una particularidad poco común. Es creada como una pintura, es creada conceptual y artísticamente, no es dejada al azar; no es una instantánea.

La sutileza de sus elementos, la gracia de su composición, y lo profundo de su significado, así sea el actual o el del momento de su creación, la llevan al grado de “obra maestra”, a una “obra de arte”.

Existe el burro que toco la flauta…y en campos como la música contemporánea vemos la existencia de artistas de un solo éxito…

En mí particular punto de vista, no es el caso, el fotógrafo desconocido del cual solo tenemos una obra deberíamos descartarlo, se necesita de un creador dotado técnica e intelectualmente. Es demasiado complejo para simplemente ser azar. Hace poco analizamos una fotografía atribuida a Brehme tomada en el puerto de Veracruz con un grado de complejidad similar, una puesta en escena aparentemente fortuita es reinterpretada inconscientemente, gracias al bagaje cultural en unos cuantos segundos y compuesta artísticamente para capturarla, es un ojo entrenado, de cazador visual, y un espíritu sensible. Eso, aun con dotes innatas, solo se logra con el accionar diario de la experiencia, lo que llamamos “maestría”.

Veamos otro caso:


De entrada parece una imagen obscura y confusa en su contenido, no impacta de golpe como podría ser un paisaje o un retrato, esta abigarrada de elemento y es precisamente eso su punto interesante; formato postal.

¿De qué se trata, dónde, cuándo, y por qué?

Parece un laboratorio fotográfico, hay cámaras, trípodes, chasises, marcos, fotografías, químicos, etc., y dos personajes involucrados en su trabajo; uno observa un negativo apoyándose en la luz reflejada por un espejo, el otro está llenando lo que parece un talonario.

¿De quién es el laboratorio?

La imagen a primera vista puede ser engañosa, y solo el análisis reflexivo puede darnos un acercamiento a la verdad. En la pared del lado izquierdo se ve un recuadro obscuro, con la manipulación digital y trabajando con una copia de muy buena resolución se recupera parte de su contenido: “Hotel Español”…


Entonces no se trata de un laboratorio, no en el estricto sentido, es un laboratorio ambulante instalado en el cuarto de un hotel, de nuevo preguntamos dónde. Tómenos otra pista, entre las cosas agrupadas en el parte inferior izquierda reconocemos con claridad un retrato de Venustiano Carranza; a través de una puerta podemos atisbar otra habitación, dándonos la cara una silla sobre ella un retrato de Álvaro Obregón. En noviembre de 1914 Carranza mantiene una conferencia en el Hotel Francés de Orizaba, con los comisionados de la Convención entre ellos Obregón; en Orizaba también había un Hotel Español…se puede tratar de circunstancias contemporáneas.

Hay una sección de la imagen cargada simbólicamente de una forma muy particular, Tres recuadros formando un triángulo, su base apoyada hacia la horizontal. El cuadro inferior izquierdo es el retrato de Carranza, montado en un marco lizo de color obscuro. El cuadro inferior derecho es un marco vacio, probablemente dorado, a través de él vemos dos chasises para negativos 8x10. El tercer cuadro en la cúspide es un retrato de Obregón, sin enmarcar parcialmente ondulado entre unos rollos de papel, o quizás otras impresiones.

Puede ser una composición fortuita, pueden estar de manera intencional, pero de una u otra forma aglutinan el corazón de toda la imagen, es el triángulo compositivo el elemento central, por eso se toma la fotografía. El defensor del Diablo puede argüir, tan solo se probaba el flash…

Con la información a nuestro alcance en el 2010, podemos interpretar de una forma dada el conjunto visual, en 1914 qué se pretendía. El marco dorado está bacante, representa a caso la presidencia… Obregón en la penumbra pero bien colocado en la silla…Carranza enmarcado de negro…es una premonición…


Podemos encontrar muchos más elementos y relacionarlos unos con otros, en la izquierda hay una mesita con frascos de químicos y una fotografía con gimnastas, o luchadores de grecorromano; el triángulo lo podemos transformar en rombo con un portafolio en el vértice inferior, las formas, su tamaño, los elementos, su posición, directrices de movimiento, áreas compositivas, tenciones espaciales, etc.

De la misma forma que un texto lo podemos interpretar, y reinterpretar de manera independiente a su creador, inclusive extrayendo información que el escritor juraría que no puso ahí, dado que en gran parte la expresión artística es dominada por el inconsciente, explayándose a sus anchas; así también una imagen, pintura, grabado, dibujo, fotografía, película o inclusive escultura, es sujeto del mismo tratamiento; no pretendemos con ello hacer filosofía de cualquier imagen, como no se puede hacerse de cualquier escrito.


En la actualidad se empieza a dar un valor de documento histórico a la fotografía, y no de mera ilustración, para transformar a la imagen en documento necesitamos hacerla hablar; por tanto su creador de simple fotógrafo se puede transformar en historiador, o intelectual. No solo es como recientemente se menciona; “el fotógrafo tomando partido”, algunos tenían la capacidad de expresarse políticamente por medio de las fotografías. Habiendo una diferencia entre un fotógrafo tomando partido por razones económicas, de amistad, o por azar al quedar atrapados en una zona de influencia, y quien de manera consiente pasaba de ser espectador á partícipe con sus propias herramientas...

El historiador Miguel Ángel Berumen en su Libro “1911, la batalla de Ciudad Juárez”, analiza una fotografía realizada frente a la casa de adobe, Madero y su gabinete provisional, la llama puesta en escena…él o los fotógrafos son simples instrumentos o tienen capacidad de determinar la acción.

Así como a un arquitecto se le comisiona una obra, dándole una lista de necesidades y materia de trabajo, como es el terreno; y él toma la decisión de cómo darle forma. Así también pudo ocurrir con la fotografía, u ocurrió. Francisco I. Madero supo distinguir las bondades publicitarias de las imágenes, y al mismo tiempo desconfiaba de los fotógrafos, que no solo veían todo…también oían; y podía interpretar una mirada, un gesto, la actitud corporal, la posición de las cosas, hasta los claros obscuros.

La intención de la reflexión es sacar a la luz otro tipo de fotógrafo, actuante, con voz, con capacidad creativa artística e intelectual. Que seguramente para sobrevivir necesitaba de un riguroso código moral, como un Psicólogo, un Abogado, o el sacerdote en confesión. Un tipo de fotógrafo que no podemos llamar “apolítico”, aunque en ocasiones podría ser un hábil analista político más que militante.

Cuántos de ellos hubieron y cuando actuaron con esas libertades, no lo sabemos, pero hay evidencia de más de uno.

No hemos mencionado el autor de la fotografía del laboratorio: Aurelio Escobar Castellanos.


Hugo Brehme, parte III. Una mañana en el puerto.


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Para continuar con el análisis iconográfico de Hugo Brehme y la intervención norteamericana en Veracruz, remitámonos a la creadora del catálogo “Hugo Brehme y la Revolución Mexicana”:

“De ese hecho destaca una imagen de gran violencia implícita en la que se observa la desolación imperante en los alrededores de la Fortaleza de San Juan de Ulúa, los buques estadounidenses fondeando aguas nacionales y, en primer plano, una bandera estadounidense izada en tierras mexicanas.” Nota originada por Notimex.

En la publicación catálogo de la exposición encontramos la imagen en la página 108, con el pie de foto: “Bandera norteamericana en San Juan de Ulúa, Veracruz, Ver., abril- noviembre de 1914”. En la exposición actualmente en el Museo Franz Mayer, se hace una amplificación del original en gran formato.

En la página 14 se relata el hecho: “También en este periodo produjo una notable imagen de violencia implícita, con la bandera norteamericana en lo alto del mástil, desde una desolada vista de san Juan de Ulúa: la inminente invasión había sido consumada.”

La misma imagen fue usada por la investigadora Mayra Mendoza, en su artículo publicado en Alquimia nº37, septiembre diciembre de 2009; “1914. De Veracruz a la Ciudad de México a través de la mirada de Hugo Brehme; y tema de la conferencia programada para el miércoles 17 de noviembre del 2010 en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.

Lo primero que necesitamos hacer es observar con detenimiento la imagen, a la derecha, el torreón de la fortaleza de san Juan de Ulúa; dividiendo la composición en proporción aurea en su vertical, a la izquierda el asta bandera con el lábaro norteamericano; se mira hacia el puerto es antes del medio día, la insignia yanqui se enarboló por primera vez el 27 de abril de 1914 a las 2 pm.


En esta imagen al ser escaneada del libro, sufre una distorsión por la curvatura de las hojas, por lo tanto el espacio entre el asta y el torreón no aparece cuadrado, como en realidad lo es.


En segundo plano el dique seco flotante y a la izquierda la obscura figura del crucero protegido, o en ocasiones llamado también crucero acorazado Emperador Carlos V, el mismo nombre nos indica su origen español, y se trata de una vieja unidad veterana de la guerra Hispano-norteamericana de 1898. Durante el desembarco de los días 21 y 22 de abril, fue la única unidad militar extranjera a excepción de las norteamericanas en la rada, el resto se habían retirado por seguridad, e incluso se interpuso entre los barcos agresores para detener el bombardeo, por lo mismo se corrió el rumor de su hundimiento, hecho difundido por El Imparcial; El Correo Español en los días siguientes se encargo de desmentirlo, pero algunos de sus marinos tuvieron que presenciar los tiroteos ocultos en la tienda ubicada en las calles de Arista y Landero.


Tarjeta postal, Crucero Carlos V. L. Roisin, Foto, Barcelona. 1906 ca.

Un poco más en profundidad y hacia la derecha el crucero francés Descartes, el 21 de abril se encontraba anclado en Veracruz; en La Revue maritime, editada por el Ministerio de marina francés en 1934, nos informa que en mayo de 1914 el crucero Descartes se estacionó en el puerto de Tampico, el Condé en Veracruz y el Montcalm se dedicó a recorrer el litoral mexicano. En julio participó en la cobertura militar que los franceses hicieron en Haití, para el 28 de agosto junto al Condé se sumó a la casería de buque alemán SMS Dresden, y posteriormente tuvo como base La Martinica. Durante diciembre los vapores norteamericanos San Juan, Coamo y Carolina, fueron detenidos en alta mar por el Descartes, tomando como prisioneros de guerra a cierto número de ciudadanos alemanes y austriacos, remitiéndolos a la isla de Martinica.


Tarjeta postal, editada por ELD, Francia. “Marine Nationale-“Descartes”- Ècole de Canonnage”. 1918 ca.

Retomando la imagen, en el fondo vemos tres buques mercantes junto a las grúas de carga y descarga. Al momento del desembarco, 21 de abril, los norteamericanos capturan tres buques, el Monterrey, Esperanza y Mexico; pertenecientes a la U.S. and Cuba Steamship Company of New York, los tres llevaban armas.

Las probabilidades para realizar la imagen nos llevan a la última semana de abril, o quizás los primeros de mayo.

Las costas mexicanas no solo se veían repletas de buques norteamericanos, otras naciones con la intención de proteger sus intereses mandaron unidades tanto en el Pacífico como en el Golfo, los franceses tenían los cruceros Jeanne d’Arc, Descartes, Condé; España al Emperador Carlos V; los alemanes al SMS Dresden en Tampico, Karlsruhe en Haití, Leipzig y Nürnberg en la costa mexicana del Pacífico; los británicos al HMS Hermione y Essex en el golfo y el HMS Algerine y Shearwater en el Pacífico, el HMS Lancaster estaba disponible, así como el Suffolk y Berwick desde sus bases en las Honduras Británicas (Belize) y Jamaica; los japoneses desplegaron al Izumo, Asama, y Hinzen.

Mayra Mendoza en su artículo de Alquimia nos relata cual fue su fuente de investigación, un álbum fotográfico perteneciente a la colección Teixidor, compilado por un viajero o residente alemán. En él se ilustran dos docenas de buques extranjeros: “cada una presenta una vista general del barco o crucero acompañado del nombre, para dejar constancia de los acorazados estadounidenses, alemanes y españoles que fondearon en aguas mexicanas frente al puerto jarocho. Son imágenes captadas entre marzo y noviembre de 1914…”

El aparentemente desproporcionado despliegue de la flota norteamericana, en parte cumplía con el cometido de amedrentar a México, pero sobre todo de neutralizar una posible intervención de las demás naciones con intereses en México; el llamado “incidente de Veracruz”, no solo propició la posibilidad de una guerra internacional entre México y Los Estados Unidos, también pudo iniciarse la Primera Guerra Mundial en las costas mexicanas…

Dentro del contexto histórico que da pie a la generación de la imagen, hay mucho más que decir aparte de la descripción puntual de cada uno de sus elementos; desolación…la palabra se puede interpretar de dos formas: destruir, arrasar; o causar una aflicción extrema.

El puerto de Veracruz de ninguna manera fue desolado físicamente, la destrucción fue mínima y muy localizada, para algunos mexicanos el hecho de la ocupación fue desolador, y para otros no... Expliquémonos mejor, la fotografía es un reflejo claro de la complejidad de intereses e intervenciones, involucradas en la llamada Revolución Mexicana, no se trataba de un asunto puramente interno, que aunque dirimiéndose por la fuerza de las armas fuese asunto de mexicanos. Como ha ocurrido muchas veces en la historia de México, la influencia externa determina el derrotero interno aunque no lo percibamos o no lo queramos aceptar.

El gobierno militar establecido en el puerto de Veracruz, no tenía la intención de imponer un bloqueo comercial a México, impedir la importación o exportación de cualquier mercancía, solo impedir el ingreso de armas, y más técnicamente solo las de carácter y uso militar, lo cual no llevaría a la problemática de definir cuando un arma no es de carácter militar…

El gobierno de los Estados Unidos podía encontrar los argumentos legales para prohibir a los fabricantes y comerciantes establecidos en su territorio, el comercio de armas con México, pero no tenía ninguna autoridad para ejercer una presión similar con otras naciones, por lo tanto durante su presencia en Veracruz continuaron llegando los cargamentos de armas, al grado de no haber lugar para almacenarlos. Inclusive ellos mismos propiciaron la clandestinidad, redireccionando cargamentos destinados a los constitucionalistas originariamente en Matamoros, al puerto de Veracruz, y posteriormente facilitaban su introducción.

John Mason Hart en su libro “Revolutionary Mexico: the coming and process of the Mexican Revolution”, nos relata como para el líder Constitucionalista era tan importante el desalojo del puerto, o de perdida que les dieran parte del armamento, que por cierto en ocasiones no habían pagado; The Duering Co, la más importante de las 48 compañías importadoras alemanas establecidas en Veracruz, demandaría ante el gobierno de Washington el pago de $19,751 dólares por el concepto de armamento entregado a los constitucionalistas sin pagarlo.

En vez de tener una actitud sin concesiones hacia la ocupación como debió corresponder…hacían negocios.

Inclusive los barcos militares cumplían con la misión de acareo, el crucero francés Descartes regresaría con un cargamento de 7 toneladas en armas, entre ellas 500 Mausers y 45,000 municiones. En algunos casos como con el buque Krownprincessen Cecile, se regresaron con todo su cargamento a lugar de origen, Alemania...eso se dijo oficialmente, aunque el 23 de noviembre al tomar control los constitucionalistas del puerto se encontró una carga de 6,300 kilos perteneciente al Krownprincessen Cecile.

De acuerdo a las investigaciones de John Mason, no existe un registro exacto de todos los cargamentos llegados durante el periodo, ni mucho menos su destino, pues parte desapareció misteriosamente antes de la desocupación del puerto, y se puede inferir que terminó en manos de los carranzistas antes de la retirada norteamericana.

La revolución Maderista no triunfó por la capacidad de movilización de la misma, o por lo brillante de su desarrollo militar, sino por el apoyo recibido por los Estados Unidos, y la falta del mismo para el gobierno del General Díaz, este con sagacidad supo percatarse de ello y trato de salvar el barco de la mejor manera; el levantamiento organizado por Pascual Orozco en contra del gobierno constituido de Madero es la mejor muestra de que hubiera pasado con Madero y su movimiento de no contar con el apoyo norteamericano. El derrocamiento de Madero tuvo la bendición de la embajada norteamericana, y el subsecuente gobierno fue automáticamente maldecido, para nuevamente ser la intervención del vecino del norte la que inclino la balanza por los Constitucionalistas, el destino del gobierno de la Convención lo decidió el presidente norteamericano, y no como hemos querido ver con nacionalismo ciego, las sangrientas batallas ente los diferentes bandos de la guerra civil. Álvaro Obregón por más superioridad estratégica que desplegara, no hubiera derrotado a Villa sin el ejemplar suministro de armas vía Veracruz.

John Mason ha establecido con la poca información disponible, que entre las muchas cosas “guardadas” en Veracruz, El ejército mexicano (huertista) había ordenado entre otras: ametralladoras, rifles, carabinas, escopetas, municiones, alambre de púas, cañones, camiones, carros blindados, radios de onda corta, pistolas, granadas de mano, etc, etc., y 1,250 cajas de cianuro de sodio, que al mezclarse con acido nítrico o sulfúrico, genera un gas mortal. Este gas era usado para controlar las plagas de ratas e insectos en los barcos. En agosto de 1914, con la Primera Guerra Mundial iniciada, se usan los gases tóxicos por primera vez, este gas en específico fue el usado por los Nazis en las cámaras de gas, y también lo uso Saddam Husein contra los kurdos…

La fotografía atribuida a Hugo Brehme nos ha dicho mucho, pero esa era la percepción del creador, o solo era una buena composición artística…había conciencia de lo que se estaba mirando y por ello se elije la propuesta.

A pesar que a Hugo Brehme se le ha nombrado como apolítico y neutral, en muchas de las fotografías atribuidas a él, vemos una clara inclinación, una aguda percepción de los acontecimientos sociopolíticos…independientemente de un tratamiento artístico.

¿Cómo podemos explicar esa diferencia de actitud, o de personalidad?

Parecería que en el trabajo de Brehme hay dos fotógrafos con la misma capacidad técnica, la misma sensibilidad artística, pero con una conciencia diferente…

O simple coincidencia…

Otra manera de interpretar la imagen:

San Juan de Ulúa, fortaleza española construida para defender el puerto de los ataques piratas, último baluarte de la presencia española en las tierras de la naciente nación mexicana. Dirección derecha.

Izquierda, instalaciones portuarias, recién remozadas por el gobierno porfiristas, la modernidad, el comercio internacional, y sus implicaciones; inversiones extranjeras y sus intereses particulares, doctrinas expansionistas y colonialistas aun imperantes.

Tención izquierda derecha, México entre independencia y su inserción en el contexto internacional, subordinada a las grandes potencias.

Entre el cielo y la tierra, el acuoso espacio de la incertidumbre, dominado por el acero de los buques militares extranjeros. Sus popas apuntan a la derecha…

En dirección accedente izquierda derecha (diagonal), el dique seco flotante, lugar de reparaciones, la nación mexicana necesita ir al dique, pero quien se va a encargar del mantenimiento…

En equilibrio áureo el asta bandera, dirección accedente vertical, el lábaro Norteamericano rector de todo el movimiento…